Mayo
Visita
al MUJAM (Museo del Juguete Antiguo México).
“El niño que no juega, no
es niño”. Con esta frase comienzo esta
redacción sobre mi visita al MUJAM, un museo dedicado en cada una de sus salas
a la imaginación, el arte, la creatividad y la niñez.
Este museo que por lo que
noté, solía ser una vecindad que se acondicionó para ser lo que ahora es, en
este lugar ubicado en Dr.
Olvera #15, colonia Doctores de la Ciudad de México, pueden apreciarse
más de cuarenta mil juguetes desde la década de
1920 hasta la fecha actual, además cuenta con una sala de exposiciones
temporales donde suelen hacerse conferencias respecto a temas que tienen que
ver con el arte, la gastronomía y donde también se exhiben colecciones únicas
de juguetes que ahora es casi imposible encontrar, como todas las figuras de Star Wars, He Man, She Ra, de las
caricaturas de Hanna Barbera, King Kong, etc. El museo También cuenta con una
sala y un pequeño patio especial para talleres donde puedes aprender desde distintas
técnicas de pintura como el art deco hasta
crear tu propio peluche. Después de un recorrido de aproximadamente una hora y cuarenta
y cinco minutos terminas en la tienda del museo donde puedes comprar distintos
juguetes tradicionales y juguetes viejos, pero en buen estado o incluso algunos
que necesitan de reparaciones para poder funcionar.
Como lo he estado manejando en mis entradas anteriores,
revisaremos la relevancia en el aspecto educativo, podemos partir de la
pregunta ¿qué tienen que ver los juguetes con la educación? Esta pregunta,
aunque parezca difícil de responder es
todo lo contrario. Cuando se juega uno
puede aprender distintas cosas, con juegos como un carro a control remoto,
aprendes sobre el funcionamiento de las pilas por ejemplo, además que se
desarrolla una habilidad en la cuestión motora y de concentración para no
perder el control del juguete. Con juguetes como los nenucos
los niños pueden desarrollar el valor de la responsabilidad, y con juguetes
como los que asemejan animales son excelentes para que los niños e incluso
jóvenes y adultos aprendan sus formas y colores además de desarrollar su
imaginación al ir creando historias que estos “animales” pueden tener.
Otro tipo de juguetes, como lo son los de mesa; destreza, jenga, uno, ayudan a la capacidad
de desarrollar estrategias para ganar, ayudar a desarrollar la paciencia y la
coordinación.
Si quisiéramos involucrar a este museo con la investigación
educativa, podríamos comenzar por investigar cómo es que los niños, jóvenes y
adultos jugaban hace décadas y que tipos de aprendizaje desarrollaron u
obtuvieron, hacer una comparación con los de ahora y ver cómo los juguetes
actuales influyen en el aprendizaje tanto de niños como de jóvenes y adultos,
ya que hay que recordar que los niños no son los únicos que juegan.
Otra parte de la que podríamos sacar provecho, sería
realizar un experimento, darles a un grupo (puede ser niños o jóvenes) juguetes
con los que se jugaba antes y a otro grupo con juguetes actuales, pero que ambos
sean para la misma finalidad (desarrollar el pensamiento matemático, la
concentración, etc.), y después de un tiempo corroborar si los juguetes actuales son mejores que los de antes y viceversa.
En conclusión, este museo es el ideal para recordar que
jugar es importante en cualquier etapa
del aprendizaje,, no importa si se es niño o no, un juguete es la prueba clara
que el conocimiento y las enseñanzas pueden llegar de cualquier parte, lo único negativo es que no se permite tomar video aun así este museo es una excelente forma de distraernos de las rutinas a las que estamos
acostumbrados, ya que muchas veces como adultos nos olvidamos de la parte de
imaginar sin saber que el hacerlo puede crear nuevas e innovadoras formas de
aprendizaje.
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